POR: ENRIQUE A. SANCHEZ L.

La revolución política económica de los pueblos de América comienza con la ocupación en el 1492 por parte de la monarquía inquisidora española, la cual no fue más que una tragedia hasta el día de hoy para estos pueblos.

No hay ninguna duda que de este fatídico encuentro de dos culturas, el destino de los pueblos de América sufrió una metamorfosis hasta el día de hoy donde hemos tenido muchas guerras intestinas bañada en sangre producto de una revolución política económica; por lo tanto, las luchas de estos pueblos oprimidos buscan su destino donde lo que impera es la fuerza de los que gobiernan como son sus leyes y tribunales convertidos en casas de torturas, donde no se aplica la Ley.  

Donde lo que se aplica es la injustica y la mentira, pues contra todos estos males es por lo que los pueblos deben luchar hasta romper estas cadenas opresoras que van arrastrando los mismos como cadenas malditas.

En los hombros de estas estructuras es donde se apoyan estas fuerzas opresoras del poder.  ¿Cuándo será que despertaran estos pueblos de esa funesta pesadilla? Los cuales vienen siendo oprimidos por esa fuerza del mal hacen muchos años sin que se vislumbre un cambio verdadero que dé al traste con este maleficio y puedan lograr sus libertades políticas, económicas y sociales.  

Entonces ¿Qué hacemos? Luchar o seguir indiferentes de rodillas ante el hacha del verdugo que nos cortara la cabeza.

No sería mejor un pueblo de montañas de cadáveres que un pueblo humillado y encadenado; porque los pueblos que no luchan nunca serán libres.