POR: AUGUSTO DUARTE CAMILO

‘’Quien escribe es descendiente de la estirpe del Patricio Juan Pablo Duarte’’. 

No hay duda que estamos frente a un pueblo el cual tiene un vacio de conciencia porque el mismo va transitando por un camino sin rumbo ni orientación ni destino, pues vuela como un ave que perdió su rumbo.

Pues diríamos muy bien que el mismo no tiene en si quien lo dirija por el camino correcto porque los mismos partidos políticos tampoco saben para donde van, navegan como barco sin brújulas en un océano de ignorancia política.

Pues la nación se encuentra en su transcurrir histórico sin que se vislumbre un destino cierto y, por tanto, dicho puente del pasado histórico el cual no han podido cruzar para el presente, por ellos, estamos sentenciados a las leyes presente de un sistema que nos impone una elite dominante que se ha constituido en ama absoluta de nuestra misma existencia como sociedad pues actúa y hace lo que le conviene a ese sector dominante.  

Sin lugar a duda que gobernantes y la tal oposición son la misma cosa lo que deja establecido que la llamada oposición no es más que obsoleta, que no es más que un comodín del orden establecido y el pueblo lo usan como un instrumento para darle vigencia de sus intereses, dejando a estos en una inopia de desamparado creyendo  en promesas que no existen de esta mal llamada oposición.

Lo que hay que preguntarse qué hace la oposición..Nada, y porqué no hacen nada, porque es una sombra del mismo sistema y la sombra no es nada abstracto. Pues está claro que estamos frente a un pueblo sin esperanza y sin ninguna luz de oposición, pues tenemos que olvidarnos del mañana porque no tenemos presente.

Si el futuro para el pueblo estaba en la llamada oposición, entonces la esperanza de este pueblo seria muerta, porque la misma no existe.