POR: AUGUSTO DUARTE CAMILO
La medida de coerción incoada a los imputados acusados de corrupción en el caso Pulpo; esto deja en un limbo de ese adefesio jurídico. Una vez más los tribunales del país dejan establecido que no son tribunales de justicia sino verdaderas carnicería jurídica, donde se degolla la ley y se desuella la justicia, pues sin lugar a duda, que estamos frente a una justicia totalitaria, fascista y dictatorial, donde el orden y el respecto a los derechos civiles, humanos y libertades se pierden, pues estamos dentro de la dictadura de la ley.
Son inocentes o culpables los acusados de corrupción. El Nuevo Código Procesal Penal , recogido en la Ley 76-02 del 19 de julio de 2002, el cual establece en su artículo 226, en cuanto a la medida de coerción, ésta es legal, está siendo bien aplicada en cuanto a su contenido, entonces dicha Ley de la medida de coerción es positivas de acuerdo a que toda Ley positivas les corresponde pues una función de especialísima importancia que repercute en la institución que produce y mantiene la legislación positivas, estaremos entonces dentro de un orden democrático corrompido, porque el principio de la democracia se corrompe, no sólo cuando se pierde el sentido de la igualdad; porque los instintos son siempre actos del ser humano y, sobre todo, las raíces acondicionadoras y conservadoras de la existencia humana.
La proporción de la Ley positiva y negativa de la coerción es culpable o inocente. El poder juzgar o condenar una persona es si la misma es acusada con las pruebas requeridas o puesta en libertad por falta de ella.
Estamos entonces antes un tribunal de justicia que se aplica por una acusación basada en intereses políticos y no en una evidencia verídica, o en una falencia que lo que demuestra es: odio, ira, cólera, venganza política, y no lo que establece un verdadero tribunal.
En los tiempos del Derecho romano, los Arcontes tenían establecido tres principios: absuelvo, condena, me abstengo. Aquí no hacen eso, porque los mismos son sumisos y genuflexos antes del poder político, por ser falso de toda falsedad la justicia independiente. ¿Independiente de qué? Porque la misma es una justicia de jueces cubiertos con togas salpicadas de mentiras y de interés espurreó, dependiente del Poder Ejecutivo.
Esta media de coerción la cual se vario en vista de que no se le pudo llevar a juicio de fondo por falta de pruebas; si los mismos eran culpables o inocentes, donde se le otorgo una prisión domiciliaria, los cuales siguen siendo prisioneros, porque no se le ha probado nada, por lo tanto, la justicia con esa salida solapada queda constituida en un instrumento dictatorial.
Una prisión domiciliaria y unos localizadores electrónicos, privan a un imputado de todos sus derechos constitucionales de libertad.
Donde se le ha cuartado el derecho a la inocencia, o a la culpabilidad, porque al Cristo no se le dio coerción, se le impusieron los clavos de la muerte, sin habérsele probado si era culpable o inocente.
Con la medida de coerción a estos imputados la misma es peor que la Sentencia dada por el Sanedrín, Pues hasta ahora son inocentes o culpables hasta que se le pruebe lo contrario.
